Todas las organizaciones necesitan algo de estructura, normas, procedimientos. es caro y farragoso, pero es así. en la duda, mejor quedarse cortos que pasarse. Hágase algunas preguntas:
- ¿No estaré sustituyendo inteligencia por papeleo y rutina?
- ¿No estaré cambiando un profesional competente por un proceso?
- ¿No estaré convirtiendo una función productiva en un soporte administrativo?
- ¿No estaré, simplemente, dando más poder o quitando trabajo a alguien?
Si tiene la más mínima duda, revise la operación desde el principio. Piense que una vez establecida la nueva estructura es casi imposible quitarla.
Y, sobre todo, recuerde: una empresa se viene abajo cuando es más caro el collar que el perro.